viernes, 30 de mayo de 2008

Cá Bissau VIII "O cambio climático e o fanado"

“O cambio climático e o fanado”

Un vez regresado del otro del estrecho de Gibraltar recibes la información, mientras vas al Bairro de Luanda en un taxi, que el 15 de mayo comienzan las lluvias. Menuda exactitud ¡!!

El día previsto degustando unas sagres y un shawarnha en la terraza exterior del Benfica, comienza a hacer su aparición el viento, el aire moviéndose rápidamente limpiando las calles, por lo que uno se introduce en el interior del local para comer lo que va a pagar y no lo que el viento le ofrece, más ya en la oscuridad propia de la ciudad la lluvia comienza. Era el 15 de mayo. Uff, empiezan las lluvias, pero no.

Durante estos meses se celebra en varios sitios el “fanado”, conocido en otros lados como la circuncisión. Con un cuchillo estiran la piel del prepucio y zasssssssss. Ufffff. Esto si que es a pelo. Después el iniciado se debe ir al bosque, donde con elementos que proporciona la palmera, líquidos que supura y hojas, hace una cura a la parte de piel que le queda. Otros se van al mar buscando agua salada, con el mismo fin, pero con un gran escozor.

Así hoy por la mañana Berto, que aún no sé si es Alberto o Humberto, comentaba el fanado y explicaba que aún no llovía porque los viejos de las tabankas hacían “arte” para que no ocurriera hasta que finalizaran los fanados. Lo cual a su vez nos explica el porqué ahora llueve menos, aunque la fecha de inicio siga siendo la misma, sin remitirnos a las emisiones de CO2, agujero de ozono, o demás cosas en los titulares que tratan de explicar la influencia del hombre en la naturaleza. Aún no tengo datos si la población masculina ha aumentado y el número de fanados es mayor, lo que implicaría una mayor sequía, pero lo que considero importante es que siempre hay explicación para todo.

Bissau. 27 de mayo 2008

1 comentario:

ancestral música dijo...

jajaja, haille que reenviar o artigo a Al gore para que o inclúa na segunda parte da súa película..

mama mía que guevos lle botan. Eu casi escollía o mar aínda que escocera...