jueves, 28 de abril de 2011

Tchubús-Tchabás XIV- Disculpa

“Disculpa”



En wikipedia aparece “Libertad es la capacidad del ser humano de obrar o no obrar, de hacer una cosa o de hacer otra, a lo largo de su vida por lo que es responsable de sus actos”, lo que nos trae dos elementos importantes a simple vista que son la “capacidad” y la “responsabilidad”.

La libertad surge con nuestras capacidades, y su fortalecimiento, porque genéticamente podemos tener materia prima, pero esta necesita ser enriquecida con el medio. Somos capaces alcanzar lo que nos creamos, caso contrario nosotros mismos nos negamos. La creencia debe ir unida a la responsabilidad del ser que la sustenta o defiende.

El término libertad ampliamente utilizado es escasamente disfrutado, sólo lo seres responsables de su uso, en tanto reflejo de la capacidad de actuar del ser humano, pueden sentirse libres.

Ser libre es ser responsable se los actos realizados dentro de unas normas sociales de convivencia, ya que se asume las mismas o su no cumplimiento pero dentro de la responsabilidad del que las ejecuta.

Cá en Bissau, la actuación de la vida cotidiana se puede enmarcar en unas normas sociales de libertad amplia, puesto que el incumplimiento de algo de mero trato, implica para el infractor la mera expresión de “disculpa”.

Disculpa.

Bissau, 28 de abril de 2011

martes, 26 de abril de 2011

Tchubús-Tchabás XIII - Radar

“Radar”


Es habitual escuchar o leer, cada vez que se inicia un período vacacional o de descanso por coincidir distintos días festivos consecutivos, referencias en los medios de comunicación a las llamadas operaciones salida o retorno, y cuando estas se realizan por carretera en ellas intervienen los lugares en los que se ubican los radares, encargados de detectar aquellos vehículos que infringen las normas de circulación, especialmente el exceso de velocidad.


Durante este año en España se ha reducido la velocidad máxima autorizada a 110 quilómetros por hora en autopistas, no así la posibilidad de que un vehículo sobrepase la misma, que en muchos casos la duplica. Cá en Bissau, a pesar de no estar muy señalizadas las vías de comunicación terrestre existente, también existen límites máximos de velocidad, a semejanza de los de Europa con excepción de las autopistas o autovías inexistentes hasta la fecha.


En cambio, el método que se sigue para proceder a multar al conductor de un vehículo por infringir el límite máximo de velocidad establecido en una carretera es distinto, El hecho de no disponer ni de radares ni de equipos móviles para detectar la velocidad del automóvil, lleva a que se determine su existencia en base a las consecuencias no deseables de un exceso.


Así ante el hecho de un vehículo que ha sufrido un accidente de tráfico, saliéndose de la vía de comunicación unos treinta metros, se deduce que la causa del accidente ha sido el exceso de velocidad, por lo que para poder retirar el automóvil o lo que queda de él es preciso abonar una multa que puede llegar hasta 180.000 francos CFA, casi 300 €, pero esta puede sufrir una considerable reducción de hasta 79.000 francos CFA, casi un 60 % en base a criterios no claros ni en el porque de la primera cantidad ni de la segunda ¿será primer precio segundo precio último precio?


Los radares que más abundan en Bissau, que en escasos momentos sirven para multar una infracción de tráfico, son de base subjetiva del ser humano “pekadur” siempre alerta para escuchar lo que comenta un vecino o transeúnte y así llenar las noticias del “jornal di tabanka”. Cierto es que también pueden llegar a penalizar a un individuo, no por el uso que haga de un vehículo, sino por la interpretación que otros semejantes hagan de sus palabras o hechos.


Bissau 26 de abril de 2011

domingo, 17 de abril de 2011

Tchubús-Tchabás XII - Dieta sagrada

“Dieta sagrada”

El origen del término dieta, según el diccionario de la RAE, procede del griego “diaita”, régimen de vida, manera de vivir, en donde claramente se tienen en cuenta los hábitos alimenticios. Con el surgimiento de las religiones monoteístas, en las que ese Ser Supremo organiza y regula a través de los escritos de los profetas como se han de organizar y comportar los seres humanos, también dictamina sobre los hábitos de ingestión de alimentos, con la novedad de que dicho incumplimiento implica la comisión de un pecado, hacer algo impuro, o que nuestro cuerpo se llene de elementos impuros al ingerir los mismos.


Es sabido que el origen de esta regulación por parte de las religiones implicaba en el fondo recomendaciones médico sanitarias, de forma que en climas en donde la carne de cerdo no se podía conservar y provocaba una gran mortandad, fue precisa su prohibición y quien mejor que el Supremo para dictaminarla, al igual que la prohibición de comer carne durante la Cuaresma para hubiera más variedad en los alimentos habituales, pasando a ingerir más pescado durante ese período.


En general todas las religiones regulan en algún momento el régimen alimentario con distintos ayunos, desconozco si en el origen de esta regulación se trataba de mantener, a la vez que una purificación de las toxinas del cuerpo humano, lo que se conoce hoy como “seguridad alimentaria” en el ámbito geográfico que regulaba.


Cá en Bissau nos encontramos con una nueva justificación del hecho de que los que profesan la religión musulmana no ingieran carne de cerdo, y de forma similar lo han trasmitido distintas personas, y que confiere a dicho animal un carácter sagrado a semejanza de las vacas en la India. La sacracidad que se le otorga al cerdo es “como agradecimiento por haber indicado a unos peregrinos sedientos el camino hacia una charca en la que pudieron saciar su sed y evitar así la muerte”, ninguno a aportado la fuente textual de dicha versión ni la he encontrado, pero parece ser admitida por lo menos en Guiné-Bissau. Esto puede explicar que el cerdo que dentro de el Corán aparece como animal impuro pueda desplazarse libremente por las calles de los barrios de Bissau, a semejanza del que se puede ver en La Alberca, provincia de Salamanca, con la diferencia de que este último es comunitario y que aquí son muchos pero cada uno con su propietario, obviamente que no profesa la religión musulmana.



Al darle este carácter sagrado a dieta el ser humano se siente más obligado a cumplirla, más a partir del siglo XX, sobre todo en Europa se ha ido relajando el cumplimiento de estas normas sagradas fruto de religiones monoteístas y se ha pasado a regular los hábitos alimenticios en base a justificaciones científicas, los dictámenes de la ciencia adquieren ese carácter sagrado que induce a su cumplimiento, pero los logros de las investigaciones están en continuo avance, a la espera de ser falseados, así que con independencia de los intereses económicos del ente financiador de la investigación, lo que hoy parece probarse que es perjudicial para nuestro cuerpo al año es saludable o viceversa.


La dieta sacra del siglo XX se basa en un imagen de belleza occidental de cuerpos esculturales y saludables, para lo que es preciso consumir una serie de productos eco, bio, omega, … no se regula como antaño los alimentos que no se deben consumir si no que se indica aquellos que se deben comprar, pero se mantiene un carácter negativo del que no cumple con los cánones de esta nueva dieta sagrada como alguien has cierto punto impuro.


Bissau, 17 de abril de 2011.

viernes, 1 de abril de 2011

Tchubús-Tchabás XI- Vamos a contar mentiras

“Vamos a contar mentiras”

A lo largo del día se ha ido situando en el imaginario del cerebro el sonido de una canción anónima de la infancia cuyo título era “Vamos a contar mentiras”¸es de suponer que su origen era el de la diversión que produce ir contra lo establecido, en donde mentir era pecado, acrecentando el sentimiento de culpa, disponer de esa vía de escape de poder contar mentiras como juego, o permitirse unas mentirijillas o no decir las cosas, mentira por ocultamiento u omisión, no acrecentaba el sentimiento de culpa y era una vía de escape al modo del carnaval previo a la cuaresma. Lo malo de todo ello era el elevado sentimiento de culpa que creaba en algunos, que les llevaba a negar una realidad y mentirse a si mismos.


La mentira existe como oposición a la verdad, pero la verdad absoluta no existe, sino más bien siguiendo a Kart Popper en la “Lógica del descubrimiento científico” existe aproximaciones a la verdad a través de la demostración de que es falso lo que hasta ese momento se da como verdadero –principio de falsabilidad-; pero en la vida cotidiana, para la tranquilidad de la mente del individuo, éste da por verdades infinitas situaciones o elementos sin ponerlo en duda.


Este camino fácil hacia la tranquilidad de la existencia del individuo en la sociedad ha facilitado que lo normal no sea la verdad, como cosa cierta y verificable, sino la pseudoverdad-pseudomentira que beneficia a quien la divulga e inicialmente no ofende a quien la recibe, sino que más bien le es indiferente; lo cual acarrea que prácticamente la mayoría de los discursos políticos, de muchos analistas, de la prensa en su mayoría, … se enmarque en el limbo de una mentira hecha verdad en el inconsciente del individuo para que continúe su existencia apacible, en apariencia.


Así podemos comprobar como en España ha ido desapareciendo la tradición de celebrar el día de los inocentes, 28 de diciembre, en donde uno estaba atento a buscar esa mentira en la prensa o televisión, y a que tal día como hoy en Guinea Bissau, sea un día de lo más normal. Es tradición celebrar el 1 de abril cá en Bissau como el día de las mentiras, así alguien comentaba de buena mañana “Has oído en la radio que el Presidente ha comprado un avión” “¿Cómo? ¿Para él o para montar unas líneas aéreas?” “No hombre, que no es verdad que hoy es el día de las mentiras” “¿¿¿???” . Entonces como debemos llamar a los otros días, a esos en los que a uno le dicen que han oído en la radio “Se inician los vuelos Bissau-Madrid” y es cierto que han dado la noticia.


Tal vez lo cierto o lo que más se aproxima a la verdad sea que vivimos en un mundo de “mentira”, así porque a imagen de tradiciones anteriores, porque no pasamos a celebrar el “Día de decir verdades” para que forma catártica también el ser humano pueda liberar, el que lo precise, ese sentimiento de culpa o de autoengaño de vida ficticia.


En Bissau a 1 de abril de 2011, día de las mentiras “tradicional”.