lunes, 13 de abril de 2009

Alin´li XI- Boleia

“Boleia!! Boleia!!”

Cuando se recorre el interior de Guiné-Bissau es usual oír Boleia!! Boleia!!, que viene a ser la petición de traslado gratuito del peticionario en el vehículo, siendo el reclamo mayor si lo que se conduce es una pick-up. Cuando años hace uno “hacia dedo”, expresión que debe venir del tiempo que tardaba en hacerse el dedo pulgar al sol o a la lluvia y nieve, pensaba en la cantidad de gente distinta que podías encontrarte en el interior de cada vehículo que te trasladaba durante distintos tramos a un destino y en distintos momentos al mismo sitio. 

Ahora uno es el que detiene el vehículo para que personas y cosas vayan de un lugar a otro y aprovechen el trayecto que se realiza, encontrándonos también con una gran variedad. Sirva a modo de ejemplos los casos siguientes:

. Saltinho a la frontera con Conacry: una persona de nacionalidad húngara con una fotocopia del mapa de Guiné-Bissau de la edición de West Africa de Lonely Planet y que ya había pasado por Mauritania, Mali, Burkina Faso, Senegal y Gambia.

. Desvio a la frontera con Conacry a Guilejé: un joven que cuando llegamos al lugar de destino por el indicada, no hizo ademán de bajarse, así que seguimos camino, mientras nos sorprendía que se tumbara en la parte de atrás de la pick-up al pasar por las distintas tabankas, para que no le vieran o no le viésemos, a saber, el caso es que el momento de tomar el desvío a Iemberem, si nos indica que ahí se queda, mas al decirle que seguro que era ese su destino y no otro camino adelante, indica que el suyo es San Francisco de la Floresta, así que otra vez arriba hasta el desvío hacia el mismo.

. De Cabedú a una tabanka antes de Iemberem: después de gran bocadillo de sardinas con tomate y cebolla, solictan si podemos llevar a un grupo de personas a un “tchoro” (velatorio), así que la pick-up al completo. Trascurridos unos quince minutos una mujer que ocupaba uno de los asientos de atras rompe a llorar y a dar alaridos propios de los funerales. Al llegar a la tabanka nos enteramos que el difunto era su marido y que había muerto a causa de un machetazo recibido en el brazo al protegerse ante la agresión que le propinaba el hermano de su mujer a causa de una deuda existente entre ambos. Antes de fallecer había pedido a la familia perdón al agresor, estando este presente en el tchoro.

. De Iemberen al cruce con Bedanda: un señor mayor y un niño que atrás se sentaron y nada dijeron.

. Del cruce de Bedanda a Guilejé: hasta Faro un hombre en bicicleta nos pide que llevemos a una mujer y no entiendes porque él se empeña en seguir en bicicleta, a diez metros y ante el inicio de una cuesta, se le comenta que porqué no sube la bicicleta, el saco de arroz y el mismo en la parte de atrás, y vá lá. Después de Faro a Guilejé, unos obreros y mujer de una edificación en construcción.

. De Guilejé a Cacine: en una tabanka nos piden que se lleve un recado al Regulo de Cacine y a su vez, el peticionario quiere ir, pero no, pero al mismo tiempo otro nos pide si al regreso podemos llevar a alguien con cosas hasta Uane, camino de Buba, así que este espere a la vuelta y el otro no viajó a Cacine. Tabankas adelante, cuatro obreros hasta el desvio a Cacine.

. De Cacine a Buba: en la tabanka de antes esperaba el hombre con destino a Uane, con la casa a cuestas, la mujer y sus cuatro hijos, así que se realizó la mudanza en la pick-up, con tristeza de la separación entre los que de boleia venían y los que quedaban. Una vez en Uane y descargados los enseres y pasajeros, suben ocho jóvenes que iban a jugar un partido de fútbol dos tabankas más adelante.

Boleia Boleia Boleia...

Bissau, 13 de abril de 2009  

Alin´li X- Miseria

“Miseria”

Teniendo en cuenta el entorno, más adecuado será hablar de “leyenda tabanka” en lugar de “leyenda urbana”, para referirnos a aquellos acontecimientos que se cuentan y trasmiten como reales y acaecidos en nuestra época aunque de dudosa veracidad, aunque ello depende del receptor del mensaje. Vá lá.

A estos oídos ha llegado que una persona relevante de la historia de este país, se encontraba hace años dando un discurso en una de las islas del Archipiélago de las Bijagós, en el que exhortaba a los asistentes con

- Hay que acabar con la miseria ¡!!

Tal fue su poder de convencimiento que los asistentes una vez finalizado el mitin, decidieron llevar a la práctica el mandado oído. Tomaron los machetes y se dirigieron hacia el mato dispuestos a ello.

Una vez allí y ante el que convencidos era el elemento con el que tenían que acabar, no dudaron en blandir el machete contra el árbol del que nace el fruto que denominan “miseria”.

Este fruto recuerda a los nísperos y pavías, aunque más agrio, por lo que al igual que con el “fole” se le puede añadir sal a la hora de degustarlos.

Acabaron con el fruto miseria acrecentando la miseria que exhortaban a finalizar.

Bissau, 13 de abril de 2009