lunes, 16 de noviembre de 2009

Alin´li XXVII - “*121*6134343#”

“*121*6134343#”

El avance de la telefonía móvil es imparable y mientras en una parte se progresa a tener todos los servicios de comunicaciones y ocio en un pequeño aparato en otras se va de la clásico sim con tarjeta de pre-pago al contrato y roaming. Este último paso está claramente condicionado por la capacidad de pago del cliente de la compañía.

En países en vías de desarrollo, por utilizar una denominación usual, la telefonía móvil se ha extendido en poco tiempo a un porcentaje elevado de la sociedad, hay carencias en el suministros de bienes de primera necesidad, pero hay más móviles que platos en la mesa. Pero la capacidad de realizar una llamada viene dada a que previamente se adquiera en cualquier puesto de venta, normalmente un contenedor reutilizado en tienda, la correspondiente tarjeta de prepago, la cual una vez rascada la parte de superficie de color gris, como si de un sorteo se tratara, no aparece el significante que se refiere a “una bicicleta” sino una lista de trece números que es preciso marcar después del correspondiente asterisco código asterisco trece números almohadilla llamar y un mensaje indicará que su saldo es de... lo que hayas pagado por la tarjeta y bonus correspondiente si há lugar.

Pero capacidad de gasto de los clientes no es elevada, pero como estos son muchos, las compañías han buscado una solución para que uno pueda comunicarse con alguien cuando se quede sin saldo, porque ni una llamada perdida puede hacer. Se trata del “Líga-me”, en el sentido que esta expresión tiene en la lengua portuguesa, y que consiste en marcar *121*número de teléfono# pulsar tecla llamar, y la persona que dispone de ese número recibirá un mensaje “Líga-me. Por favor, ligue al número del emisor”. Claro es, que el éxito de la comunicación dependerá si el receptor conoce el número, quiere o no gastar su saldo en hablar con alguien que él no ha decidido llamar, es curioso, ... Pero esta opción, está limitada a cinco envíos al día y no llega a los números con contrato.

A día de hoy es inimaginable la extensión del contrato porque la consecuencia sería el cierre de la compañía. El hecho de diferir el pago a final de mes invitaría a un desenfreno de llamadas porque en el momento no es preciso pagar nada y cuando llegase la factura lo mas probable es que no se cobraría “nem com un AK apontando as costas”.

Con el tiempo los servicios se pagarán una vez recibidos y no previamente.

Bissau, 16 de noviembre de 2009.

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