“Imaginario individual”
Hay historias que reflejan el riesgo de que las interconexiones neuronales de la imaginación nos lleven a situaciones lejos de la una realidad colectiva y pensar que nuestra percepción de la realidad individual es la auténtica. La siguiente puede ser un ejemplo.
Um algem que morre. Imame manda chamar ao home ku ta lava difunto na tabanka pa bai lava difunto. E leva difunto na kasa de banho i comença lava difunto. Difunto pega balde de iagua i djunda balde i home ke ta lava difunto se ropa molha tudo. Depois de icaba lava difunto i bai fala Imame “Incaba lava difunto”. Imame manda tira difunto na kasa de banho pa bin raza difunto e cumença raza.
Difunto fasil Imame sinal pa bai kudi. Imami puntal se e aquela gente ke está atrás do Imame mesmo a kem ele esta chamar. “No, e voçé mesmo”. O Imame fuxiu porque ficou asustato e tratou de escapar pela tapada, ficando pendurado na tapada, cabeza baixo ku o ar. Um homen ke sta no sitio unde stam a rezar bai tras o Imane. O Imame pensaba ke era cadáver mesmo ke esta tras de el “Por favor, nao me mata ke tu ja morreste, mais pronto eu posso ficar ca tuas mulheres e ka tua familia, pa coidar deles” E o homen dijo “Imame nao era cadáver, sou eu fulano”. Viu ke nao era cadaver, ficou com vergonha, e diz “Aki ke bai acabar esta conversa”.
Traducción libre al castellano:
En una tabanka un hombre llegó al fin de su existencia. El Imán, encargado de iniciar los rituales funerarios hace llamar al hombre encargado de lavar los cuerpos de los difuntos. Con ayuda de los familiares lleva al mismo hasta el cuarto de baño y lo depositan encima de una estera en el suelo. Llena un cubo con agua y agachado inicia la limpieza. Al mover los brazos para su lavado uno golpea el cubo derramando agua por encima de los pantalones del lavador de cuerpos, que permanece estático pensando que el cadáver fue el que golpeo el cubo, de está forma dio por terminada su labor y sale en busca del Imán “ La tarea de lavado ya está realizada”. El Imán manda que recogen el cuerpo y lo envuelvan según la tradición para trasladarlo al lugar indicado para la oración. Todos los asistentes comienzan la misma.
El Imán a la hora de agachar la cabeza hasta el suelo durante la oración abre los ojos y observa como el difunto le hace señales para que se acerque. Asustado hace gestos para aclarar si las mismas van dirigidas a su persona o a los que a su espalda se encuentran y cree oír “ No, es usted mismo”. Se levanta rápidamente y trata de escapar saltando el muro que rodea el lugar del culto, siendo seguido por uno de los fieles. El Imán pensando que era el cadáver quien tras sus pasos iba, trata de saltar el muro de inmediato quedando enganchado por sus ropas en lo alto del mismo con la cabeza hacia el suelo del exterior y los pies apuntando al cielo. “Por favor, no me mates, que tú ya estas muerto y yo puedo quedar con tus mujeres y cuidar de la familia”. El que tras el iba comenta “Imán, no soy el cadáver soy fulano”. Como puedo se incorporó hasta lo alto del muro y viendo quien era, quedo avergonzado de su acto y comento “Aquí y ahora es donde esta conversación va a finalizar y nunca nadie dirá que ha ocurrido”
Bissau, 4 de mayo de 2009
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