viernes, 1 de abril de 2011

Tchubús-Tchabás XI- Vamos a contar mentiras

“Vamos a contar mentiras”

A lo largo del día se ha ido situando en el imaginario del cerebro el sonido de una canción anónima de la infancia cuyo título era “Vamos a contar mentiras”¸es de suponer que su origen era el de la diversión que produce ir contra lo establecido, en donde mentir era pecado, acrecentando el sentimiento de culpa, disponer de esa vía de escape de poder contar mentiras como juego, o permitirse unas mentirijillas o no decir las cosas, mentira por ocultamiento u omisión, no acrecentaba el sentimiento de culpa y era una vía de escape al modo del carnaval previo a la cuaresma. Lo malo de todo ello era el elevado sentimiento de culpa que creaba en algunos, que les llevaba a negar una realidad y mentirse a si mismos.


La mentira existe como oposición a la verdad, pero la verdad absoluta no existe, sino más bien siguiendo a Kart Popper en la “Lógica del descubrimiento científico” existe aproximaciones a la verdad a través de la demostración de que es falso lo que hasta ese momento se da como verdadero –principio de falsabilidad-; pero en la vida cotidiana, para la tranquilidad de la mente del individuo, éste da por verdades infinitas situaciones o elementos sin ponerlo en duda.


Este camino fácil hacia la tranquilidad de la existencia del individuo en la sociedad ha facilitado que lo normal no sea la verdad, como cosa cierta y verificable, sino la pseudoverdad-pseudomentira que beneficia a quien la divulga e inicialmente no ofende a quien la recibe, sino que más bien le es indiferente; lo cual acarrea que prácticamente la mayoría de los discursos políticos, de muchos analistas, de la prensa en su mayoría, … se enmarque en el limbo de una mentira hecha verdad en el inconsciente del individuo para que continúe su existencia apacible, en apariencia.


Así podemos comprobar como en España ha ido desapareciendo la tradición de celebrar el día de los inocentes, 28 de diciembre, en donde uno estaba atento a buscar esa mentira en la prensa o televisión, y a que tal día como hoy en Guinea Bissau, sea un día de lo más normal. Es tradición celebrar el 1 de abril cá en Bissau como el día de las mentiras, así alguien comentaba de buena mañana “Has oído en la radio que el Presidente ha comprado un avión” “¿Cómo? ¿Para él o para montar unas líneas aéreas?” “No hombre, que no es verdad que hoy es el día de las mentiras” “¿¿¿???” . Entonces como debemos llamar a los otros días, a esos en los que a uno le dicen que han oído en la radio “Se inician los vuelos Bissau-Madrid” y es cierto que han dado la noticia.


Tal vez lo cierto o lo que más se aproxima a la verdad sea que vivimos en un mundo de “mentira”, así porque a imagen de tradiciones anteriores, porque no pasamos a celebrar el “Día de decir verdades” para que forma catártica también el ser humano pueda liberar, el que lo precise, ese sentimiento de culpa o de autoengaño de vida ficticia.


En Bissau a 1 de abril de 2011, día de las mentiras “tradicional”.

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