“Laba-krús”
Teresa Montenegro en su obra “Kriol Ten” define esta expresión empleada en Guinea Bissau, como la lluvia que cae a principios de noviembre, por el día de los fieles difuntos, y que se considera que marca el fin del período de lluvias “vem lavar as cruzes dos túmulos e despois vai-se embora de vez”.
Suponemos que con los años ha ido variando el inicio tan preciso de la última lluvia, ya sea porque recurramos al cambio climático para justificar el mismo o porque a nivel temporal dicho día se reajuste con el movimiento de rotación y traslación con los conocidos como años bisiestos, el caso es que a la última lluvia debemos darle un margen de veinticuatro horas ya sea para que comience el día uno de noviembre finalizando el dos, o que se inicie en este y finalice el tres.
Lo preferible para los practicantes de la religión católica es que comience la tarde del uno finalizando la madrugada del dos, de forma que cuando se trasladan al cementerio a depositar las coronas, las tumbas y las cruces están lavadas por acción de la naturaleza. Pero ayer dos de noviembre a las siete de la tarde, ya entrando la oscuridad y después de que las personas se desplazaran al cementerio a depositar las coronas, “o seu limpo” el cielo no presentaba ninguna nube, lo que parecía amenazar que la tradición se cumpliera, mas a partir de la típica hora que sigue a la cena el viento hizo su aparición seguido de “Maria di pe kumpridu”, la lluvia, que continúo hasta la salida del sol del día tres de noviembre.
Así la previsión para 2011 es que la última lluvia se inicie ya entrada la noche del día dos anticipándose veinticuatro horas o reajustándose en el 2012, que es el próximo año bisiesto.
En Bissau a las 19.40 del 3 de noviembre, noche, sin luz de luna y sin saber si hay nubes que amenacen lluvia, si “seu tindji”.
Teresa Montenegro en su obra “Kriol Ten” define esta expresión empleada en Guinea Bissau, como la lluvia que cae a principios de noviembre, por el día de los fieles difuntos, y que se considera que marca el fin del período de lluvias “vem lavar as cruzes dos túmulos e despois vai-se embora de vez”.
Suponemos que con los años ha ido variando el inicio tan preciso de la última lluvia, ya sea porque recurramos al cambio climático para justificar el mismo o porque a nivel temporal dicho día se reajuste con el movimiento de rotación y traslación con los conocidos como años bisiestos, el caso es que a la última lluvia debemos darle un margen de veinticuatro horas ya sea para que comience el día uno de noviembre finalizando el dos, o que se inicie en este y finalice el tres.
Lo preferible para los practicantes de la religión católica es que comience la tarde del uno finalizando la madrugada del dos, de forma que cuando se trasladan al cementerio a depositar las coronas, las tumbas y las cruces están lavadas por acción de la naturaleza. Pero ayer dos de noviembre a las siete de la tarde, ya entrando la oscuridad y después de que las personas se desplazaran al cementerio a depositar las coronas, “o seu limpo” el cielo no presentaba ninguna nube, lo que parecía amenazar que la tradición se cumpliera, mas a partir de la típica hora que sigue a la cena el viento hizo su aparición seguido de “Maria di pe kumpridu”, la lluvia, que continúo hasta la salida del sol del día tres de noviembre.
Así la previsión para 2011 es que la última lluvia se inicie ya entrada la noche del día dos anticipándose veinticuatro horas o reajustándose en el 2012, que es el próximo año bisiesto.
En Bissau a las 19.40 del 3 de noviembre, noche, sin luz de luna y sin saber si hay nubes que amenacen lluvia, si “seu tindji”.
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