martes, 2 de junio de 2009

Alin´li XVII- Asistencia Km. 0

“Asistencia km. 0”

Uno de las cosas que más se aprecia a la hora de realizar un seguro de un vehículo a motor, automóvil, es que disponga dentro de sus cláusulas de asistencia km. 0, que allí donde te quedes tirado, por accidente o avería, se desplaza una grúa y un taxi de forma que al elemento estropeado lo llevan a un taller y a los ocupantes a casa o a un hotel.

Cá no existe dentro del clausulado de seguros la asistencia citada, y absurdo sería porque no existen grúas para trasladar el vehículo (el remolcamiento se hace con cuerdas), la oferta hotelera muy escasa fuera de la capital y la cobertura de telefonía, aunque cada vez mayor, aún escasa.

Esto no significa que uno quede desamparado con una avería, sino que por el contrario se da una atención personaliza, directa, “in situ” y colectiva. Veamos dos situaciones.

A pocos kilómetros de Calequisse, pero a 23 de la primera población con carretera de asfalto, se rompe una ballesta de la pick-up, así que el eje de tracción se viene al suelo y claro está el coche ni se mueve. De inicio se puso en marcha la atención colectiva de las personas que transitaban por la pista y que vivían en las tabankas cercanas, pero faltaban medios técnicos y personales, por lo que, por suerte y al existir cobertura, se ha podido avanzar en la fase de la asistencia con distintas llamadas, uno para intentar localizar un mecánico próximo (su sede era a 23 km, el estaba a unos 12 por pista de tierra de la misma, vamos que a 36 del vehículo por pista; pero pudo enviar desde la sede a personal para intentar arreglarlo) y la otra para localizar a alguien que pudiese venir a buscarnos. A las doce y media de la noche estábamos en Bissau (siete horas después de la avería) y el vehículo llego después de una estancia de condolencia siete días después para ser atendido en un taller de la capital.

Otra se ha dado cuando realizas una salida dominguera para ir a comer a una localidad de la costa que dista a hora y media de la capital. Inicias el desplazamiento a las doce horas, media hora más tarde sufres un pinchazo, así la atención de los propios ocupantes soluciona el eventual contratiempo. Pero una hora más tarde, la rueda que se había sustituido sufre un pequeño reventón a la salida de una localidad. Pues paciencia y a buscar esa asistencia que aunque no figura en el seguro sí tenemos asegurada. Uno se desplaza a la localidad en la búsqueda de una rueda nueva, lo más próxima posible al modelo que se precisa, y otro se desplaza a la “loja” más próxima a la búsqueda de bebida refrescante, que acaba siendo cerveza caliente, y más tarde bocadillo de sardinas ante el evidente retraso en que se llegaría para la hora de comer. Las cervezas acabaron bajando 100 XOF el precio durante la estancia aunque no su temperatura y a las cuatro de la tarde aproximadamente uno se podía sentar a almorzar.

Bissau, 2 de junio de 2009


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