domingo, 27 de junio de 2010

Kankouran VII - Buraku para la Wii

“Buraku para la Wii”

La aparición de la Wii en el mundo de los juegos hizo que el jugador tenga una participación más física en el mismo al enviar las órdenes al juego, no sólo a través de la pulsación de unos botones, sino con el movimiento de las distintas partes del cuerpo. La vivencia de la acción es más real y el jugador siente con mayor vivacidad las situaciones, trasladándose desde el salón de su casa a otros lugares.

En Guinea Bissau con la llegada de las lluvias no es que se pongan de moda los video juegos porque la gente permanezca en sus casas ante una climatología adversa, sino que más bien el juego “Buraku” se inicia y comienzan una serie de situaciones que a lo largo de los próximos meses nos mantendrán atentos y activos.

En la ciudad de Bissau pocas calles están asfaltadas, así que la gran mayoría son de tierra y/o con los restos de asfalto de más de un lustro. Todas tienen sus burakus y alguna que otra cova, más durante la época seca estos están localizados y uno circula habitualmente con la mayor comodidad, esquivándolos o metiéndose en ellos como algo que forma parte inseparable de la circulación, lo cual permite incluso circular en la oscuridad de la noche con cierta tranquilidad.

Pero con la aparición de las lluvias torrenciales, la situación, tamaño y en definitiva la ubicación de los burakus varía, y se da inicio al juego. Uno puede jugar de día a recorrer las distintas calles y re-situar e incluso probar los burakus, esto es muy útil sobre todo para evitar ir en plena lluvia o de noche por alguna zona en la que se ha creado un buraku-cova de más de medio metro en el que el vehículo quedaría atrapado. También uno puede recorrer las calles durante la lluvia y poner a prueba su memoria para no introducir el vehículo en algún buraku, porque el agua que se desplaza por la calle los cubre en su totalidad e impide verlos; por eso en algunas covas uno puede ver como se colocan palos que señalizan la misma cuando toda la calle esta cubierta con varios centímetros de agua; señalar que esta parte del juego también se puede hacer a pie. Con la llegada de la noche y la ausencia de alumbrado en las calles la emoción y dificultad aumenta.

En este juego uno gana cuando llega a su destino sin ningún incidente, y se pierde cuando llega la persona y no el vehículo, que puede que haya quedado en un buraku que antes tenía veinte centímetros y que ahora prácticamente se ha tragado una rueda delantera, o llega la persona con alguna lesión o pérdida material.

Realismo garantizado.

Bissau 27 de junio de 2010

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