“Economía del afecto y de la obligación”
Henrik Vigh en su obra “Navigating Terrains of War” introduce el concepto de economía del afecto y de la obligación a la hora de explicar la situación de los jóvenes y el funcionamiento en general de la sociedad de Guinea Bissau. Acostumbrados a oír hablar de la economía de mercado en base a transacciones monetarias siempre alejadas de cualquier tipo de afecto, nos sorprende ver que este sea la base del movimiento en determinadas economías.
Cá en Bissau, como en gran parte de los países africanos, no se ha llegado a un nivel de desarrollo de la economía de mercado, tal como la entendemos hoy en día en Europa, y la economía del afecto y de la obligación nos da cierta luz de cómo funcionan. La gran parte de la sociedad no tiene opciones de encontrar un empleo y se pasan el día “dubriando”, y así se acude a aquellas personas con las que se tiene afecto o consideran que les tienen algo de afecto para pedirles dinero y/o a los familiares que están en la obligación de ayudar en lo que se pueda a sus miembros, la cual es mayor cuando el miembro de la familia que tiene posibilidades se encuentra en el extranjero. De esta forma se van creando redes sociales que permiten, con apoyos mutuos, que la economía/mercado de un país continúe y la moneda circule de uno a otro.
Buscando una definición de economía del afecto Tomonmi Tokuori en su artículo “The Economy of Affextion and Local Enterprises in Africa: Empirical Evidence from a Network Study in Burkina Fasso and Senegal” nos remite G. Hyden y su obra “No Shortcuts to Progress: African Development Management in Perspective”(1983) donde define la economía del afecto como “a network of support, communications and interaction among structurally defined groups connected by blood, kin, community or other affinities”.
La terminología de la economía del afecto permite comprender el funcionamiento de los mercados en las sociedades africanas, pero creo que también podríamos emplear este marco teórico para explicar el funcionamiento del “clientelismo” y el surgimiento de los “grupos de presión” (lobby), porque en el fondo son relaciones económicas que surgen del afecto y la obligación.
Por otro lado, también podemos ver como se da también la aparición de una economía del afecto ficticio y de obligación inventada, basadas en la creación de un sentimiento de culpa en el que tiene capacidad monetaria, por poca que sea, y que sería en el primer caso, cuando una organización busca el afecto a través de la muestra de personas en situaciones desesperadas y/o una persona sencillamente solicita dinero empleando todo el arte de que es capaz, y en el segundo caso, la persona ni se molesta en la solicitud, sino que trata de que se le entregue dinero sencillamente porque el otro tiene y el no, así que el primero esta obligado a ofrecerle.
Considero que sería interesante el empleo de la terminología citada para explicar también otros sectores económicos de la sociedad como es el caso de la prostitución, en donde hay y falta mucho afecto y existen muchas obligaciones.
Para finalizar, y como prueba de la “economía del afecto” existente en Bissau, simplemente citar que en el sector servicio de bares, restaurantes y discotecas es habitual oír cuando se dirigen a un camarero utilizar el término “amigo” ¿no es eso una muestra de “afecto”?
Bissau, 4 de julio de 2010
Henrik Vigh en su obra “Navigating Terrains of War” introduce el concepto de economía del afecto y de la obligación a la hora de explicar la situación de los jóvenes y el funcionamiento en general de la sociedad de Guinea Bissau. Acostumbrados a oír hablar de la economía de mercado en base a transacciones monetarias siempre alejadas de cualquier tipo de afecto, nos sorprende ver que este sea la base del movimiento en determinadas economías.
Cá en Bissau, como en gran parte de los países africanos, no se ha llegado a un nivel de desarrollo de la economía de mercado, tal como la entendemos hoy en día en Europa, y la economía del afecto y de la obligación nos da cierta luz de cómo funcionan. La gran parte de la sociedad no tiene opciones de encontrar un empleo y se pasan el día “dubriando”, y así se acude a aquellas personas con las que se tiene afecto o consideran que les tienen algo de afecto para pedirles dinero y/o a los familiares que están en la obligación de ayudar en lo que se pueda a sus miembros, la cual es mayor cuando el miembro de la familia que tiene posibilidades se encuentra en el extranjero. De esta forma se van creando redes sociales que permiten, con apoyos mutuos, que la economía/mercado de un país continúe y la moneda circule de uno a otro.
Buscando una definición de economía del afecto Tomonmi Tokuori en su artículo “The Economy of Affextion and Local Enterprises in Africa: Empirical Evidence from a Network Study in Burkina Fasso and Senegal” nos remite G. Hyden y su obra “No Shortcuts to Progress: African Development Management in Perspective”(1983) donde define la economía del afecto como “a network of support, communications and interaction among structurally defined groups connected by blood, kin, community or other affinities”.
La terminología de la economía del afecto permite comprender el funcionamiento de los mercados en las sociedades africanas, pero creo que también podríamos emplear este marco teórico para explicar el funcionamiento del “clientelismo” y el surgimiento de los “grupos de presión” (lobby), porque en el fondo son relaciones económicas que surgen del afecto y la obligación.
Por otro lado, también podemos ver como se da también la aparición de una economía del afecto ficticio y de obligación inventada, basadas en la creación de un sentimiento de culpa en el que tiene capacidad monetaria, por poca que sea, y que sería en el primer caso, cuando una organización busca el afecto a través de la muestra de personas en situaciones desesperadas y/o una persona sencillamente solicita dinero empleando todo el arte de que es capaz, y en el segundo caso, la persona ni se molesta en la solicitud, sino que trata de que se le entregue dinero sencillamente porque el otro tiene y el no, así que el primero esta obligado a ofrecerle.
Considero que sería interesante el empleo de la terminología citada para explicar también otros sectores económicos de la sociedad como es el caso de la prostitución, en donde hay y falta mucho afecto y existen muchas obligaciones.
Para finalizar, y como prueba de la “economía del afecto” existente en Bissau, simplemente citar que en el sector servicio de bares, restaurantes y discotecas es habitual oír cuando se dirigen a un camarero utilizar el término “amigo” ¿no es eso una muestra de “afecto”?
Bissau, 4 de julio de 2010