“Jiham”
Eu gostava de ter mais nunca apanhei. Hay personas que nunca han tenido un “jiham” pero que les gustaría tener y así andaban descalzos, cosa habitual, por zonas en donde podían habitar a la espera de que el jiham se introduciese por debajo de una uña de un dedo del pie. Una vez dentro comenzaría a crecer su abdomen con sus huevos dentro.
Lo cierto es que una vez dentro y según va creciendo producen un ligero picor que lleva a estar rasca que rasca el pie. Y este placer de rascarse hasta dormirse es lo que algunas echaron en falta en su infancia. Mas parece ser costumbre arraigada en la zona que los niños se junten a rascarse el jiham, pues esto aparece en un cuento del escritor caboverdiano Gerardo Almeida recogido en la Antología de cuentos caboverdianos inéditos.
Expertos en medicina tropical nos han aclarado de que se trata: “de una pulga muy pequeñita que al quedar preñada se introduce debajo de la piel y produce una lesión muy característica: una especie de forúnculo redondeado y de color blanquecino (lo que corresponde al abdomen lleno de huevos) con un agujerito central de color negruzco (es por donde pone lo huevos para que caigan al suelo y se perpetúe la especie, también por él puede eliminar un líquido achocolatado que se corresponde con toda la mierda que elimina). Al abrir la lesión salen los huevos, como un magma blanquecino y espeso. El cuerpo y las alas de la pulga se destruyen al urgar en su interior y no se reconocen. Se trata de la pulga llamada Tunga penetrans, también conocida como nigua. Es de animales peridomésticos, como los cerdos y otros más. Tiene predilección por los pies, sobre todo por debajo de las uñas. Al sacarla queda un hueco que se cierra en pocos días, rellenándose de tejido de granulación. Si no se sobre infecta no tiene más problemas. Importante estar vacunado del tétanos”
Así que a rascarse el jiham del dedo del pie.
Bissau 18 de octubre de 2009
domingo, 18 de octubre de 2009
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